“Budo”, las enseñanzas del fundador del aikido
Prólogo del Traductor
Budo fue publicado y distribuido privadamente en 1938,
cuando Morihei Ueshiba tenía cincuenta y cinco años y estaba en plenitud física
y mental. Este es el único manual de instrucción en el que el propio Morihei
posó para las fotos que ilustran las técnicas, y contiene una de las pocas
explicaciones de su filosofía. (John Stevens)
“Enseñanzas de la Vía”
El Budo (1) es una vía divina, establecida por los dioses,
que conduce a la verdad, a la bondad y a la belleza; es un camino espiritual
que refleja la naturaleza ilimitada y absoluta del universo y el gran designio
final de la creación.
Mediante la virtud adquirida a través de una práctica
entregada, podemos llegar a percibir los principios del cielo y de la tierra.
Las técnicas surgen de la sutil interacción entre el agua y el fuego (2),
revelando el camino del cielo y de la tierra y el espíritu de la vía imperial;
estas técnicas también aplicadas muestran el maravilloso funcionamiento del
kotodama (3), el principio que dirige y armoniza todas las cosas en el mundo y
cuya consecuencia es la unificación del cielo, la tierra, Dios y la humanidad.
Tal virtud genera luz y calor y da forma a la espada de la armonización
espiritual entre el cielo, la tierra y la humanidad; cuando la situación lo
requiera, armados con la espada de la armonización y actuando según los
principios del cielo y de la tierra, podremos atravesar ininterrumpidamente el
mal y la falsedad
y preparar un camino que conduzca hacia un mundo bello y
prístino. Así, totalmente despiertos, podremos utilizar libremente todos los
elementos contenidos en el cielo y en la tierra, en primavera, en verano, en
otoño y en invierno. Cambiad vuestra percepción actual y vuestra manera de ver
cómo actúa el universo; transformad las técnicas marciales en un vehículo de
pureza, de bondad y de belleza, y llegad a ser maestros en ésto. Cuando la
espada de la armonización que enlaza el cielo y la tierra con la humanidad se
manifiesta, uno se libera y puede purificar y forjar el propio yo.
Métodos
Deberéis dedicaros y dedicar todo lo que poseéis a la causa
imperial: como guerreros de la vía marcial, es nuestro deber seguir el deseo de
los dioses externa e internamente y
servir a la nación. En el Budo guiamos al enemigo a donde queremos. El
verdadero propósito de los métodos aquí descritos es enseñar al guerrero a
adquirir un espíritu valeroso y a impregnar con este espíritu su mente y su
cuerpo. Tenemos que pulir nuestro propio ki (4) y forjar el espíritu en el
reino de la vida y de la muerte. Practicad estos métodos asiduamente con toda
vuestra mente y vuestro cuerpo, forjaros a vosotros mismos incesantemente y
avanzad sin tregua; uniros al cielo y a la tierra e integrad la práctica y el esclarecimiento.
Comprended que vuestra mente y vuestro cuerpo deben estar impregnados por el
alma de un guerrero, llenos de iluminada sabiduría y profunda calma.
(1) Budo: La Vía Marcial, la Vía del guerrero. Esta es una
forma de vida dedicada a la paz y a la acción iluminada. Aquí Budo es utilizado
tanto en el sentido general de las tradiciones marciales japonesas como en la
manifestación más específica del aikibudo de Morihei, que condujo
eventuialmente a la formulación del aikido. A veces se utiliza en el texto
original la breviatura Bu, pero para mayor facilidad de comprensión se ha
utilizado en la traducción el término más formal de Budo.

(3) Kotodama: La ciencia esotérica del “sonido-espíritu”.
Kotodama son los sonidos puros que cristalizan como vibraciones de diversas
concentraciones que llegan a percibirse como sonido, color y forma. Todo
principio y toda técnica posee un kotodama, una vibración sagrada que contiene
su esencia; si se llega a comprender el significado del Kotodama, se puede
captar su funcionamiento (es decir, agua) y fundirse con el espíritu (es decir,
fuego).
(4) Ki: La energía sutil que llena y propulsa el universo; la
fuerza vital que mantiene unida la creación.