El siguiente párrafo fue extraído del libro “Krishnamurti esencial”, editorial Kairós.
“En diferentes ocasiones hemos hablado del arte de escuchar,
del arte de ver y del arte de aprender. El arte de escuchar es escuchar, y de esa
manera natural todo se coloca en su justo lugar. El significado de la palabra
“arte” es poner cada cosa en su lugar, y el arte de ver es observar sin ninguna
distorsión, como es obvio, si hay distracción no es posible observar. Para ver
con claridad, para tener claridad en la percepción no puede haber distorsión,
porque la distorsión es la consecuencia de algún motivo, propósito o intención.
El arte de aprender no sólo es acumular conocimientos, lo
cual es necesario para poder actuar con habilidad, sino que también es aprender
sin acumular. De modo que existen dos clases de aprender: una es adquirir y
almacenar conocimientos a través de la experiencia, a través de los libros, a
través de la educación, y el cerebro lo registra, lo acumula y lo almacena para
luego a partir de esa acumulación de conocimientos actuar, con más o menos
habilidad; la otra forma de aprender nunca acumula, es estar tan completamente
atento que sólo se registra lo que es estrictamente necesario y nada más, la
mente no está todo el tiempo ocupada con los movimientos del conocimiento.
Así pues, hay tres cosas básicas en el despertar de la
inteligencia. Está el arte de escuchar sin distorsión y comunicarse no sólo
verbalmente, sino también comunicar no verbalmente lo que exactamente queremos
decir; está el arte de ver con claridad, sin intención, sin motivo y sin ningún
deseo, tan sólo observar; y está el arte de aprender, de acumular
conocimientos, lo cual significa registrar todas las cosas que son necesarias
para desarrollar con habilidad cierta actividad, pero sin registrar ninguna
respuesta, ninguna reacción psicológica, de tal modo que el cerebro sólo actúe
cuando es necesario desarrollar cierta actividad con habilidad.”